martes, 21 de diciembre de 2010

Con lo complicao que es gobernar la vida de los demas...(véase Zapatero)

Vivir amoldándose a lo que a alguien de tu entorno le parece bien, es un coñazo. De pequeña, me encantaba hacer puzzles, me pasaba muchas tardes haciendo coincidir unas piezas con otras (aquí la explicación a que no me enterase de lo que echaban en la tele...jaja).
Sin embargo, ya crecidita, le fuí perdiendo el gusto. Todo empezó cuando empecñe a conocer gente que se empeñaba en hacer de tu vida un puzzle. Yo me limitaba a ser "la niña" que jugaba intentando cuadrar todas las "piezas" de su vida, de tal manera que cada una de esas diversas piezas (grupos de personas), estuviese acomodada con el lugar en el que fueron colocadas. El problema es que en la vida, algunas de esas "piezas" pueden que colisionen.
Pues si!es en este momento cuando decides dejar de esforzarte en contentar a todo el mundo, porque la gente cambia, tú cambias, y la vida (el puzzle), en consecuencia, también lo hará. Siempre va a haber alguien en contra de lo que hagas (lo que aplicado al puzzle, mayormente sería una "pieza cojonera"), alguno a favor, pero si consigues que estas dos todos estén en harmonía, asústate! y acto seguido pregúntate ¿y yo estoy satisfecho?. Probablemente no.
A pesar de todo, habrá siempre una "pieza" del puzzle que coincide fácilmente. No la sueltes. Ahí están los que merecen la pena. Esa es la pieza que merece la pena.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Sí, estoy rara...

Tengo miedo. Sí, tengo miedo. Es una sensación diferente a todas las sensaciones de "canguele" que experimenté hasta el momento. No es miedo de "uy, voy a hablar con el profe de macro, a ver si me sube unas decimillas y llego al 5", no. Es miedo del entorno, de la vida, del qué vendrá.
Llevo una temporada en la que a veces pienso "ahora sólo jodería que..." y ZAS! ocurre. Yaaa, yaaa, "nunca choveu que non escampara", pero antes de llover hubo un tiempo de calma que finalizó inesperadamente en algún instante. Tengo miedo de lo que queda por venir, de lo que quedará por vivir, de lo que nos depara el destino (para los que crean en él), o de lo que aleatoriamente nos caerá en la vida porque sí, porque lo dijo "Pirri" (para los que crean en el simple  hijopustismo caprichoso de la vida, y no en el destino).
Me siento como un conductor ante un cambio de rasante, o ante una curva muy cerrada. Lo que viene despues puede ser bueno, sí, o malo, también. Mi cabeza pide un cambio de chip, así como la economía mundial pide un cambio de sistema económico. Me grita, me reclama romper, pero con qué?con todo?con algo en concreto?. Hay cosas con las que nunca romperé, porque son imprescindibles para que pueda soportar ese cambio que puedo estar necesitando. Es irónico, verdad?. "Pues entonces jódete", pensará mucha gente...("ya lo hago", le contesto).
Estoy empezando a plantearme rezar. Sí, estoy rara.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Rodar...y rodar

Llega un punto en la vida, en el que los neumáticos ya no son lo que eran cuando los conocimos y comienzan a consumirse, despues de recorrer varios km, tras pasar por un amplia variedad de suelos y soportar un automóvil conducido de múltiples formas y por múltiples pringaos.
Todo neumático en algún momento pueden sentir ganas de rebentar, pero sabe que así perjudicará mucho a las personas que, en gran medida, dependen de ellos para avanzar.
Es entonces, tras esta reflexión, cuando deciden continuar comiéndose toda la mierda del suelo que les quede por rodar, y se conciencian de que la mejor opción es resistir hasta que un jabalí se cruce en su camino, o hasta que el coche del que forman parte decida mudarse al desguace, como quien se muda a un cementerio.
La DGT ha hecho algo bueno, por una vez en la vida. No permitir la marcha atrás en más de unos metros de distancia. Las ruedas, a diferencia de personas, tendrán asegurado no volver atrás. Al menos, no demasiado.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Resumen ejecutivo: Una noche sin alcohol rodeada de borrachos, es el primer paso para caer en la bebida

Ser el sereno del grupo es una responsabilidad muy grande, y una experiencia irrepetible (x mis cojones q será irrepetible).
Te vas a una cena, y sin comerlo ni beberlo (sobretodo ni beberlo), entras al restaurante como comensal y sales  licenciada en ciencias de la salud (con lo fácil que es, y lo que se forra la USC...). Yo ejercí de enfermera y psicóloga, sin ir más lejos.
Me explico. Lo primero, es fácilmente deducible. El alcohol crea en nosotros un no se qué, que qué sé yo, que te hace perder el sentido del equilibrio, te produce bienestar de cuello para arriba, pero el estómago se resiente. Creo que no es necesario explicar más. En este terreno, hice mis prácticas de "enfermería".
Lo de psicóloga...también es fácilmente deducible. El alcohol crea en nosotros un no sé qué, que....vaaale, valeee, dejo el "copia-pega". Pues que crea dos posibles reacciones que necesitan de asistencia psicológica: la exaltación del amor, la amistad, el "eres para mi...", el "cuanto te quiero", y ese tipo de cosas. Hasta aquí bien, a nadie le amarga un dulce, y de vez en cuando te hace falta escuchar estas pasteladas. La otra posible reacción es la de "ese es un hijo de p..." y lo peor, lo que sigue a esta frase "voullo ir dicir". Igual igual, de borrachera no es el mejor momento para exaltar la sinceridad...En ocasiones, los daños verbales pueden acabar necesitando de betadine, agua oxigenada y demás familia, con lo cuál volvemos a necesitar de los conocimientos de enfermería. Desde aquí, hago un llamamiento a la USC (cuanta publicidad le hago hoy): el ofertón de psicoenfermería, la carrera del futuro.
A pesar de todo esto, dicen que de todo se aprende, y yo lo he hecho. Siendo el chico/a "o,O alcohol" lo puedes pasar bien (nadie te lo prohibe).

miércoles, 17 de noviembre de 2010

EN OCASIONES ya no VEO...NIÑOS!

Hoy descendemos a un mundo de pitufines, payasetes, rabietas y este tipo de cosas…los niños! Cuánto deberíamos aprender (a veces) de ellos, esa sinceridad, esa espontaneidad, esa falta de vergüenza de algunos (aunque hay que reconocer que alguno que otro crece y sigue conservando estas cualidades…)
Lo malo, es lo pronto que se crece ahora. Cambiamos de la peseta al euro, y los que antes se llamaban “todo a cien” ahora son “todo a 1 euro”. Pues lo mismo pasó con las edades. Lo que antes eran 17 años, ahora son 14. Por ejemplo, ahora casi pueden, los niños, darles clases de educación sexual a los padres… Y  los botellones! Los empezaron a hacer los universitarios, después ya era cosa de instituto, y ahora temo que mi primo cuando me pide dinero para cromos, en realidad lo invierta en una cuenta de ahorros destinada a la inversión en  bacardi limón (en el mejor de los casos...).
Dónde quedó la vergüenza de mi primo pequeño cuando nació? Está en paradero desconocido desde entonces. Este personajillo tiene el don del “sal como puedas” de cualquier vacile que le hagas. El otro día mi madre no tuvo una mejor idea que putearlo un poquillo. Como no hay dios que le quite el “zezeo”, mi original mamá (Marisol –“Marizó” para mi primo-), decidió ponerse a su altura (verbal, no física, q ella ya no está para estos trotes de andarse agachando y tal…). La conversación fue la siguiente:
-          Marizó, me trajite un regalito?
-          Zi, te traje aki una cozita
-          Marizó, deja de hablarme en ingléz, que no te entiendo…
Esto es tener respuesta para todo. Lo sé, va para político.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Urgencias...sabes cuando entras, pero nunca cuando sales, si es q sales...

Quizá no sea el tema más simpático para inaugurar un blog, pero como me toca muy reciente este tema, y todavía estoy convaleciente, pues toca aguantar el chaparron. (Mejor hablar de un tema q te salga del alma, aunque sea...no triste, más allá de eso...lamentable!).
Pues si, soy una "pupas" de la vida, y como no podía ser de otra forma, despues de todo un año apalancada en mi casa, para un fin de semana que me propongo hacer un viaje con una amiga (amiga con novio, q tiene mérito, ya no qedan de esas que dejan al churri en tierra x ti), pues me pongo enferma. Eso sí, por mis huevines que de viaje me iba igual, hice de tripas corazón, y para Lisboa me fui con unas amígdalas tan sobredesarrolladas que a más de uno de gustaría tener como testículos...
Allí me mantuve en unas condiciones que, fuera de caerme encima todos los chaparrones de lluvia que pudieron haberme tocado, intenté q fueran las mejores. Un pequeño inciso, para los que creen que mi gafada es psicológica: ¿Se puede estar andando 2 horas por un monte, en busca de un castillo -rollo turisteo- cargando con un paraguas, no llover una gota de agua y una vez en la cima del monte decides sentarte, que tu amiga vaya a hacer exploracion por la zona, se lleve el paraguas "para que no cargues tu con el todo el rato", tu SIN BATERIA EN EL MOVIL, y empiece a llover?. Da igual, no contestéis.
Pues bien, de vuelta a mi casa, tropemil km en coche, cada vez que tragaba parecía que me clavaba todos los alfileres de una caja de costura...decidí pasarme a saludar por el PAC. Allí un chico muy majo me recibe en la consulta. Pena que fuese un dentista frustrado. NOTA MENTAL: Los médicos deciden cuál es tu problema de salud. Yo entré con amigdalitis, pero él se empeñó en hablarme de que mis dientes estaban mal colocados. Tal fue su concentración sobre el tema, que mi garganta se sintió desplazada en la conversacion, se cogió un buen berrinche, y decidió doler, si cabe, un poco más.
Y de allí salí con mi amigdalitis, como qien sale del Corte Inglés con un pantalón. Lo malo fue que 3 dias despues, como aquello no mejoraba, decido ir a "reclamar". Solución: analítica (por si fuera poco sentir los alfileres en la garganta, la aguja en el brazo). Despues de ella, el sol ya comenzaba a asomarse pos las ventanas de urgencias, la gente va y viene, haces amigos en la sala de espera, el dolor indescriptible con el que había entrado se había esfumado por el aburimiento...llega el momento crucial. NO, no son los resultados. Es la hora. Las 15:00 (cambio de turno). Pues bien, como una hora más tarde, hasta el dolor de amígdalas había regresado (me echaba de menos), mi madre (pobre ella), entra en la consulta para reclamar los resultados que hacía una hora nos habían anunciado. Despues de unas palabras un poco fuertes entre mi madre y la doctora, entro en la consulta. (Oye, qué tacto, como pa decirte que te quedan 2 dias de vida!)
- Pero tu no tenias molestias?cansancio?Es que tu no tienes amigdalitis, tienes una mononucleosis. Tienes el hígado y el bazo inflamados. Túmbate en la camilla que te voy a explorar.
Me sentí ternera por un momento. No por la gordura, pero tirarte encima de una camilla, empezar a palparte y acabar casi saltando al potro encima tuya, mientras te preguntan si te duele el abdómen....muy sano no es. De hecho, por un momento me planteé decirle que sí me dolía, para ver si se sentía mejor la mujer, que la veía muy frustrada...
Y de allí me fui. Me dijo que tenía que encerrarme en mi casa, que me podía subir mucho la fiebre, ponerme amarilla (que con lo supersticiosa que soy, fue lo que más me asustó), y poco menos que una infectada de la peste negra parecía yo. Cuántas cosas se me pasaron por la cabeza. Sin embargo, sobrevivo, de momento, un poco más blanca, pero no llegué a cruzar la línea hacia una raza más oriental...Lo peor de todo, tener que abolir mi frase para todo "me pone del hígado", ya que dada mi situación, queda un poco redundante.